El caso Frisby: una lección integral de branding

Grupo Borneo • 20 de mayo de 2025

Recientemente, el mundo del branding internacional ha sido sacudido por un hecho insólito. Una disputa legal entre la reconocida marca colombiana de pollo frito, Frisby, y una empresa española que está intentando apropiarse de su nombre e imagen, ha desatado una ola de solidaridad sin precedentes. Lo que comenzó como una amenaza a la identidad de una marca de comida, se ha convertido en un símbolo de lo que está en juego: la autenticidad y la protección de lo genuino en un mercado global.


Más allá de lo estrictamente legal, esta situación ha abierto conversaciones profundas sobre el valor de las marcas, su papel cultural, el poder de la comunidad, el impacto de la inteligencia artificial en la creatividad y los límites —cada vez más difusos— entre lo local y lo global.


En Borneo, nuestro corazón late mitad español y mitad colombiano. Hemos crecido entre dos mundos, con una profunda conexión y respeto por ambas culturas, por las marcas que definen a cada país, y por las historias que hay detrás de cada logotipo. Y es precisamente por eso por lo que nos sentimos, no solo legitimados, sino también con el deber de implicarnos y participar en este debate.


Para los que trabajamos en branding, este no es solo un caso mediático, sino una oportunidad para observar, aprender y reflexionar sobre el presente y el futuro de las marcas con propósito.


Estas son nuestras conclusiones:


1. Frisby es una marca territorio

Lo ocurrido está confirmando algo que en Colombia se tiene totalmente asumido: Frisby no es solo una cadena de restaurantes, es una marca territorio. Está profundamente arraigada en el corazón de millones de familias que la asocian con recuerdos, celebraciones y momentos cotidianos. Frisby ha trascendido el plano comercial para convertirse en parte del tejido cultural colombiano.


2. La defensa emocional de una marca nacional

La reacción colectiva fue inmediata: marcas, medios y consumidores se unieron espontáneamente en torno a Frisby. Este respaldo mostró el poder de las marcas con significado, aquellas que han construido una relación emocional con su audiencia a lo largo del tiempo. La defensa de Frisby fue también una defensa del valor simbólico que tienen las marcas comerciales de un país para sus ciudadanos.


3. La inteligencia artificial como herramienta creativa protagonista

Otro aspecto relevante fue el uso masivo de IA para crear imágenes y piezas gráficas en apoyo a Frisby. Desde estilos artísticos hasta interpretaciones más humorísticas, la IA se consolidó como una aliada creativa que permitió a miles de personas participar gráficamente de la conversación. En pocos días, vimos un festival de estilos y estéticas emergentes que demuestra cómo la tecnología está transformando la forma en la que las audiencias expresan sus ideas y emociones.


4. Cuando una mascota encarna la identidad de marca

El pollo de Frisby —ya familiar para los colombianos— trascendió su rol decorativo y se volvió protagonista del momento. Esta situación reafirma el poder de las mascotas bien construidas: con el tiempo, se convierten en una extensión emocional de la marca, en su versión más empática y reconocible. No son solo parte del sistema visual, sino que son parte del relato emocional que el público adopta y defiende.


5. Un llamado a la solidaridad internacional entre marcas

La marca Frisby no sólo es un logo ni un producto; es una parte vital de la cultura colombiana, una representación de la autenticidad, la tradición y el talento de un pueblo que sabe cómo hacer las cosas bien. Por esa razón, consideramos que esta es una buena ocasión para que las marcas españolas se sumen a la defensa de la identidad y autenticidad de la marca colombiana Frisby para que, por encima de la defensa de lo suyo, apoyen la legitimidad de una marca. Porque, mientras más global sea el mercado, con más fuerza debemos proteger lo genuino y lo auténtico, venga de donde venga.


6. Un reclamo a que prevalezca la autenticidad de las marcas por encima de la mala fe

Hoy en día, afortunadamente, cada vez se ven más casos de disputas internacionales de marcas que se resuelven con sentencias en favor de la marca original pues contemplan y consideran la mala fe de la parte usurpadora por encima de los derechos registrales. En Borneo, creemos que este tipo de resoluciones son un paso importante hacia la protección de la autenticidad y el valor de las marcas.


Creemos que el caso Frisby es mucho más que una disputa legal: es un espejo del valor que puede alcanzar una marca cuando conecta emocionalmente con su gente, cuando construye identidad y cuando se convierte en símbolo de territorio.


Por todo ello, como consultora de branding con presencia en Colombia y España, desde Borneo queremos manifestar todo nuestro apoyo a la colombiana Frisby. Defendemos a las marcas que se construyen con honestidad, propósito y consistencia. Marcas que no solo venden productos, sino que cuentan historias, generan vínculos reales y contribuyen a la identidad de un país.


Frisby es una de esas marcas, por eso, ¡cuentan con nuestro A-pollo!